Lunes, 11 de Enero de 2018
FELIZ AÑO A TOD@S.
Con las 12 campanadas del pasado día treinta y uno, se cerró un año natural, pero lo más importante para nosotros, empezó una nueva temporada automovilística. Como es de rigor y ataviados con nuestras mejores galas, cenamos y brindamos con champagne, a ser posible francés, antes de tomar las tradicionales uvas de la suerte.
En ese momento tan especial, te paras, piensas, y pides que se cumplan tus deseos. Normalmente, solemos pedir milagros o imposibles, pero llegados a una edad te vuelves más realista y en mi caso, lo soy. Del típico y tópico “salud, dinero y amor”, solo pedí salud. Habiendo salud, ya nos encargaremos nosotros de que haya trabajo y que ese trabajo te aporte el dinero necesario para vivir, porque de amor, lo que es de amor…….. soy multimillonario.¡¡
Luego, entre besos, serpentinas, gorros y matasuegras, procede pedir algo para los demás. En mi caso, los demás son todos mis compañeros, el colectivo de pilotos y copilotos, mecánicos y aficionados al mundo del motor, que es y seguirá siendo nuestro “leit motiv”.
Parece sencillo, pero no lo es. ¿Qué se puede pedir que deje a todos contentos? Unos quieren más pruebas y otros menos, unos quieren más potencia para ellos y de paso que les quiten a los demás, unas ruedas más modernas o unas más antiguas….. Es imposible satisfacer a todos porque todos quieren lo mejor para sí mismos. ¿Entonces cómo podemos hacerlo?. Pues yendo a pedir esos deseos globales, que mejoren nuestro deporte y beneficien a la mayoría. Cosas de sentido común y que nos den tranquilidad para poder practicar el automovilismo deportivo.
Pues nada, dicho y hecho, y así, campanada tras campanada, y uva tras uva, pedimos nuestros 12 deseos para empezar un año nuevo.
• Pido que los rectores de nuestro deporte se entreguen a su obligación, que es pensar en lo mejor para los deportistas y no en sus propios intereses.
• Pido que ejerzan su obligación de buscar los patrocinadores que financien el deporte, y no dejar corra todo a cargo de los federados y equipos, que son los causantes de que ellos ocupen esos sillones.
• Pido que se les asigne como sueldo un porcentaje del dinero aportado por esos patrocinadores que ellos han traído. Si no consiguen financiación, ni sueldo ni tarjetas.
• Pido que regulen y legislen el deporte pensando en el bien común y no en aquellos que les colmen de halagos o les haga “rendez vous” a cambio de votos o prebendas.
• Pido que esas reglas que tratan de regular el deporte, si son de importancia o afecten a normativa de coches, motores, o que supongan importantes inversiones, entren en vigor al menos un año después de ser aprobadas.
• Pido mucho más apoyo al karting, al deporte de base y a nuestros jóvenes valores, que están dejados de la mano de Dios y son nuestro futuro.
• Pido un calendario coherente y adaptado al momento actual.
• Pido que exijan a los organizadores la misma seguridad en sus funciones que a los pilotos en sus coches y equipamiento.
• Pido que los colegios de comisarios deportivos y técnicos sean independientes y eficaces en su trabajo y en el cumplimiento de las normativas.
• Pido que se apliquen las medidas ya existentes contra los tramposos o los que desprestigian nuestro deporte.
• Pido que se denuncie ante el Gobierno de Canarias la actual composición y el reparto de votos de los diferentes colectivos en la asamblea de la Federación Canaria, que es erróneo y trasnochado.
• Pido que estemos unidos para así tener la fuerza suficiente para poder mejorar nuestro deporte, que todos seamos verdaderos enamorados y defensores del automovilismo y no actuar como viejas alcahuetas criticando todo y a todos, escondidas detrás del visillo de las ventanas, lo que es a día de hoy, el anonimato de los falsos perfiles y de las redes sociales.
• Y finalmente pido, como no puede ser menos, un feliz año para tod@s.